Previo al masaje, la terapeuta hace una valoración de la musculatura para identificar contracturas y tensión. Esta valoración, se hace mediante unas frotaciones suaves pero muy precisas con el fin de valorar
y preparar la musculatura. El masaje terapéutico se centrará en tratar las contracturas con la aplicación de pomada analgésica con ingredientes como: alcanfor, mentol, árnica, entre otros y almohada terapéutica
con semillas naturales de linaza, hierbas y aceites esenciales, con cualidades aliviadoras, desinflamantes, descongestionantes, tranquilizantes y aromáticas.